10 cosas que ya no me importan (a los 50 y tantos)
4.6.25Cumplir años tiene muchas ventajas, aunque la sociedad no siempre nos lo haga ver. Una de las más liberadoras es dejar de cargar con pesos que ya no suman. Hoy comparto contigo 10 cosas que ya no me importan, y que al soltarlas, me han hecho sentir más ligera, más libre y, sobre todo, más yo.
1. Gustarle a todo el mundo
Antes intentaba agradar, incluso a quienes no aportaban nada a mi vida. Hoy sé que no soy para todos, y eso está bien. Prefiero ser auténtica a ser aprobada.
2. Seguir “tendencias” porque están de moda
La moda es maravillosa, pero solo cuando se adapta a ti, no al revés. Ya no me siento obligada a vestir algo que no me representa. Mi estilo, mis reglas.
3. El qué dirán
Viví demasiado tiempo pendiente de opiniones ajenas. Ahora, el único juicio que escucho es el mío (y a veces, ni eso).
4. Encajar en estereotipos de edad
¿Quién dijo que a los 50 no se puede vestir con color, usar vaqueros rotos o hacerse selfies? No me interesa cumplir con expectativas que no decidí yo.
5. Tener la casa perfecta 24/7
Lo reconozco: antes me angustiaba si alguien venía y había una taza en el fregadero. Hoy prefiero una casa con vida a una de revista y sobre todo disfrutar del tiempo libre en buena compañía fuera.
6. Disculparme por ocupar espacio
Ya no minimizo mis opiniones, mis ganas ni mis logros. No estoy aquí para pasar desapercibida.
7. Las comparaciones
Cada quien tiene su ritmo, su camino, su historia. Compararme solo me alejaba de mí. Hoy celebro lo que soy, sin medirme con nadie.
8. Justificar mis decisiones personales
Si algo me hace bien, no necesito explicarlo. Punto.
9. Ir siempre “arreglada”
La belleza también está en lo imperfecto. Algunos días voy divina, otros en modo comfy total. Y ambos están bien.
10. Vivir en modo automático
Ahora elijo con conciencia: cómo me visto, qué como, con quién comparto mi tiempo. La vida ya no va de sobrevivir, sino de saborear.
¿Y tú? ¿Qué cosas has dejado de lado que antes te preocupaban? Me encantaría leer tus reflexiones en comentarios.
Fotografías: Obe Rosa
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