Sé que son muchas a las que les encanta este tipo de entradas en las que les cuento los pasos que sigo en mi cuidado facial diurno.
Me gustaría que esto lo tomen como un simple ejemplo porque evidentemente las necesidades de mi piel con 43 años son muy diferentes a las de alguien que tenga 20 años, por ejemplo, entonces ... ¡que no vaya a misa por favor!