Dietas milagro, una mala opción para la salud

5.6.20



Las cifras de sobrepeso y obesidad siguen creciendo entre la población adulta e infantil alcanzando cotas de verdadera epidemia tanto en España como en el resto de Europa.





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Para ayudar a que se conozcan los riesgos de las llamadas dietas milagro la Fundación Mapfre en colaboración con la Academia Española de Nutrición y Dietética han elaborado el informe "Dietas milagro y sociedad española" que analiza los conocimientos, actitudes (positivas y negativas) y prácticas de 2.600 españoles acerca de este tipo de dietas. 

El estudio pone de manifiesto que 7 de cada 10 encuestados (74%) admiten que este tipo de dietas son un “problema” para la salud, que “tienen efectos negativos” (83%) y que cuando se hacen “no obtienen los resultados esperados a largo plazo” (80%). Sólo el 3% de la población asegura que sí funcionan, principalmente debido a los resultados que obtienen en el corto plazo.

 Las dietas milagro prometen resultados rápidos, fáciles y sin esfuerzo


Las dietas milagro son aquellas que prometen resultados rápidos, fáciles y sin esfuerzo, y están, en muchas ocasiones, asociadas a la compra de algún producto. También entran en esta categoría las que excluyen grupos enteros de alimentos o que se basan sólo en consumir un tipo de comida: la de la piña, la de la alcachofa…

Estas dietas pueden provocar una rápida pérdida de peso, pero conllevan un riesgo para tu salud que puede manifestarse a medio o largo plazo. Además, hay que contar con el efecto yo-yo o rebote, que aparece una vez que volvemos a nuestros malos hábitos antes de la dieta, recuperando el peso anterior o incluso superándolo.

El 81% de quienes han seguido una dieta milagro han realizado entre 1 y 3 dietas de media en los últimos años. La mayoría las hace entre una semana y un mes (40%), seguida de las personas que lo hacen entre tres y cuatro meses (31%) y las que emplean más de seis meses (13%). El acceso para seguir una dieta milagro proviene casi a partes iguales entre la recomendación de alguien cercano que ha hecho o está haciendo la dieta milagro, y la auto información a través de canales como revistas, anuncios, promociones, etc.


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A pesar del relativo alto número de personas que ha llevado a cabo una dieta milagro, éstas se reconocen como ineficaces: sólo un 3 % de la población reconoce que funcionan, y donde en todo caso, lo hacen en el corto plazo principalmente.

Además, las dietas milagro aparecen asociadas a la compra de algún producto, de hecho seis de cada 10 de quienes han seguido una dieta milagro, manifiestan haber adquirido productos concretos necesarios para llevar a cabo la dieta. Las mujeres, el sector con menos ingresos y menor nivel educativo indicó un mayor consumo de productos asociados necesarios para seguir la dieta.

Una dieta milagro se reconoce como una práctica no beneficiosa para la salud


Seguir una dieta milagro se reconoce como una práctica no beneficiosa para la salud (79% considera que es muy o bastante peligroso) y que tiene efectos negativos (83%).

El informe recalca que hay un convencimiento bastante fuerte de los ciudadanos para hacer los cambios necesarios para recuperar la salud, ya que 8 de cada 10 se sienten capaces de hacerlo frente al 7% que se ve muy o bastante incapaz para ello.  “Sin embargo, cabe mencionar de nuevo que, a pesar de dicha percepción de capacidad, un 21% de los encuestados acudió a las dietas milagro como herramienta para obtener dicho cambio”, afirma el estudio.


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Los expertos ponen de manifiesto que las dietas milagro pueden tener efectos negativos sobre la salud. Entre ellos destacan el aumento del riesgo de mortalidad total y en particular, por enfermedad cardiovascular; y aumento del riesgo de daño hepático y renal, entre otras. También destaca el llamado “efecto yo-yo”, que consiste en recuperar el peso perdido (o incluso más) una vez se abandona la dieta y el programa de pérdida de peso.

Los especialistas advierten de la importancia de consultar al dietista-nutricionista o en su caso, al médico de cabecera antes de iniciar un programa para perder peso. Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, destaca que se trata de un elemento clave que permite evaluar los riesgos asociados a un exceso de kilos y garantizar que la dieta cumple con los requisitos de salud necesarios. Garantiza, además, un mayor éxito en la dieta gracias a que estos profesionales “adaptan el patrón alimentario a las circunstancias personales”, entre las que destacan, hábitos, horarios, capacidad adquisitiva, preferencias de alimentación y conocimientos culinarios, entre otros.
Russolillo resalta la importancia de aprender a alimentarse de forma equilibrada y emprender los cambios dietéticos “de forma paulatina y realista”, así como incorporar hábitos saludables, como incluir actividad física de forma regular, fundamental para disminuir la probabilidad de recuperar los kilos perdidos.

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1 comentario:

  1. Lo mejor siempre es ser razonable, constante y no esperar perder peso rápido porque además estropea muchísimo la piel.
    Besitos.

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