Por qué he dejado de compartir los rincones 'secretos' de Lanzarote

5.7.25

 

Cómo las redes sociales han transformado la forma de viajar

Paisaje natural en Canarias, ejemplo de entorno afectado por el turismo masivo.


Llevo más de 13 años en Instagram y 14 con este blog, además de otras redes como Facebook y Twitter. Durante todo ese tiempo he compartido muchos aspectos de mi día a día, pero uno de los contenidos que más he disfrutado siempre ha sido mostrar los rincones especiales de mi isla. Presumir de ella —con orgullo, con cariño— era una forma de rendirle homenaje y también de invitar a descubrirla desde el respeto y la sensibilidad.

De compartir con orgullo a observar con distancia

Sin embargo, con el paso del tiempo he dejado de hacerlo. No porque ya no me emocione lo que veo, ni porque haya dejado de explorar. Al contrario. Sigo encontrando belleza en cada rincón de Lanzarote, pero ahora la guardo más para mí.

Las redes sociales, que en un principio eran ventanas abiertas a la inspiración, han contribuido también a algo que me inquieta profundamente: el turismo masivo, desbordado, y muchas veces poco respetuoso con el entorno que visita.

La importancia de preservar lo auténtico

Me entristece ver cómo lugares que solían ser tranquilos, casi secretos, se convierten de repente en escenarios sobreexpuestos, repetidos hasta el cansancio en miles de cuentas. Se va perdiendo el alma de esos sitios, porque se visitan más para la foto que para vivirlos.

Y eso, sinceramente, me ha hecho replantearme mi papel como creadora de contenido.

No quiero ser parte de esa cadena que lleva a que un paisaje acabe cercado de basura o pisoteado sin miramientos. No quiero contribuir a que se pierda la magia de lo auténtico, ni que lo local se convierta en decorado.

Turismo, respeto y responsabilidad

Ya hablé en otra ocasión sobre cómo conectar con la naturaleza  en este otro post.

Hoy, desde este espacio que sigue siendo mi casa digital, quiero compartir una reflexión en lugar de una localización.

Seguiré amando y cuidando mi isla, pero cada vez más desde lo íntimo, desde lo que no necesita likes para ser real. Porque a veces, lo más valioso es aquello que no se publica.

La belleza y mi amor por Lanzarote está fuera de toda duda.



¿Te ha gustado esta reflexión?

Si te apetece seguir compartiendo miradas sobre lo cotidiano, la belleza y la vida con calma, puedes encontrarme también en Instagram.

No siempre publico, pero cuando lo hago, intento que sea con alma.


También te gustará

No hay comentarios:

*** Gracias por sus comentarios ***